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Seis cambios para avanzar en la implementación del EITI desde 2021

Con la llegada del 2021, queda cada vez más claro que la crisis de la COVID-19 tendrá graves repercusiones a largo plazo. Aunque se controle la pandemia, la inestabilidad del precio del petróleo y de las materias primas tendrá efectos persistentes en los ingresos y en la actividad económica de muchos países implementadores del EITI. En vista de estos desafíos continuos que afrontan los países ricos en recursos naturales desde 2021 en adelante, el marco estratégico del EITI busca asegurar que la implementación del EITI siga siendo un proceso pertinente, eficaz y rentable.

Un objetivo esencial del EITI —declarado en su declaración de Principios— es generar una comprensión pública de los ingresos del Gobierno y aportar información sobre opciones realistas para el desarrollo sostenible. Los ingresos procedentes del sector extractivo pueden marcar una diferencia en la capacidad que tienen los Gobiernos para luchar contra la pandemia de la COVID-19. Los 55 países implementadores del EITI informaron que el sector aportó más de USD 2.71 trillones de ingresos públicos. Sin embargo, los ingresos derivados de la producción de petróleo y gas son mucho menores. Por otra parte, los riesgos de corrupción siguen estando presentes, en especial, a raíz de la reducción de las oportunidades económicas.

A medida que avanza el 2021, atraer inversiones y maximizar los ingresos provenientes de los recursos extractivos para el desarrollo seguirán siendo máximas prioridades para muchos países. Para ello, se deberá mantener y reforzar la transparencia. El requisito del EITI sobre divulgación de contratos —vigente desde el 1 de enero— brinda una gran oportunidad para el avance de esta cuestión.

Oportunidades para generar un impacto

El marco estratégico del EITI para 2021 y 2022 prevé realizar seis cambios, que representan oportunidades para que los países utilicen el EITI con el propósito de mejorar la gobernanza del sector extractivo durante y después de la crisis actual, a la par que permanece fiel a los Principios del EITI que afianzan nuestra misión.

1. Transición energética

La transición energética está cobrando impulso, y los datos del EITI pueden emplearse para contribuir al debate público y orientar las decisiones políticas sobre las vías para llevar a cabo la transición. El EITI ayudará a los países implementadores y los grupos multipartícipes a crear conciencia respecto de la transición que se aproxima. En este sentido, empleará los datos disponibles y trabajará con otros países y otros socios para lograr resultados sostenibles.

2. Abordaje de los riesgos de corrupción

Abordar los riesgos de corrupción es fundamental para el mandato del EITI. Sin embargo, la relación entre la transparencia y la lucha contra la corrupción no siempre es explícita. El EITI tiene la capacidad de colaborar con los esfuerzos tendientes a eliminar la corrupción mediante mecanismos existentes, como la presentación de Informes EITI y la supervisión del grupo multipartícipe.

Algunos países ya están utilizando la implementación del EITI para abordar los riesgos de corrupción en el sector extractivo, por ejemplo, a través de la transparencia en el otorgamiento de licencias en Argentina, Ghana, Kirguistán, Madagascar y México. Recientemente, se promulgó legislación en los Estados Unidos sobre gastos en defensa que consagra la transparencia de la información sobre beneficiarios reales y prohíbe expresamente el funcionamiento de sociedades ficticias en el país. Se emprendió un importante nuevo proyecto junto con Open Ownership que procurará traducir el compromiso político con la transparencia de los beneficiarios reales en la implementación continuada de este programa complejo de reformas.  

3. Movilización de ingresos nacionales

La reducción de los riesgos de corrupción contribuye directamente a una creciente movilización de ingresos. El Estándar EITI 2019 exige divulgaciones más ambiciosas y detalladas que fortalecerán la pertinencia de los datos del EITI para la recaudación de impuestos. Reforzado por un mayor apoyo del Secretariado Internacional y los socios, como el FMI, estos requisitos pueden ayudar a asegurar que los ingresos procedentes de las industrias extractivas beneficien más al sector público que al privado.  

4. Fundamentación de las decisiones de inversión

Las decisiones de inversión en el sector extractivo se basan cada vez más en indicadores ambientales, sociales y de gobernanza. Las disposiciones del Estándar EITI favorecen el marco cambiante para evaluar el desempeño ambiental, social y de gobernanza. Por ejemplo, el EITI acaba de publicar las directrices relativas a la transparencia en el comercio de materias primas, que ofrecen un enfoque sistemático de divulgación de las transacciones sustanciales y complejas de materias primas, para lograr avances hacia un sector más transparente y responsable.

5. Datos abiertos

Garantizar el acceso y la utilización de los datos a través de plataformas de datos abiertos será cada vez más habitual para la implementación del EITI a partir de 2021 mediante la divulgación sistemática de datos. En la actualidad, los países informan alrededor de una quinta parte de las divulgaciones establecidas en el Estándar EITI por medio de los sistemas de los Gobiernos y las empresas.

La divulgación proactiva de datos puntuales, utilizables y accesibles reemplazará gradualmente la presentación de informes retroactivos para sustentar la toma de decisiones y fomentar el análisis independiente y el debate público. Además de esta transición, consideramos que los grupos multipartícipes tienen la oportunidad de pasar de recopilar datos a promover el uso, análisis y difusión de los datos.  

6. Medición del impacto

Los desafíos que implica sostener la financiación para la gobernanza del sector extractivo —que implica beneficios a largo plazo— no puede subestimarse en la coyuntura de la lucha contra la COVID-19. Para continuar atrayendo el apoyo financiero y promover el aprendizaje, debemos asegurarnos de medir el impacto del EITI y permitir que los países implementadores hagan lo mismo  El Consejo EITI avaló encomendar una evaluación independiente en 2021. El próximo año, impulsaremos esta revisión.

Un EITI flexible y eficaz

En mayo de 2020, el Consejo EITI introdujo medidas flexibles en los requisitos de presentación de informes. Estos cambios tuvieron la finalidad de que los países se centren en publicar información que promueva la comprensión de las posibles vías para gestionar la triple crisis. Diez países implementadores tienen intenciones de utilizar estos requisitos revisados en los informes de 2020, y el Consejo del EITI acordó extender los requisitos del régimen informativo flexibilizado durante todo 2021. 

El Consejo también acordó implementar un nuevo enfoque para la Validación, el mecanismo de garantía de calidad. La Validación ha demostrado ser una herramienta útil para que los países mejoren la gobernanza del sector extractivo. Las medidas correctivas que derivan de la Validación brindan a los grupos multipartícipes y los Gobiernos la oportunidad de trabajar juntos en las políticas y las divulgaciones. Si bien el proceso de Validación seguirá siendo riguroso, el nuevo enfoque tiene el objetivo de ayudar aún más a los países a sortear los retos apremiantes de gobernanza y a utilizar el EITI como herramienta para mejorar la gestión del sector extractivo.

Del compromiso a la acción

Los gobiernos implementadores financian más del 70% de la actividad nacional del EITI. Sin embargo, una encuesta reciente revela posibles deficiencias en la financiación de hasta el 40% en 12 países EITI. El Secretariado Internacional seguirá trabajando con el Banco Mundial y otros asociados para el desarrollo a fin de cubrir estos déficits y garantizar un enfoque sostenido de financiación.

Los planes nacionales de trabajo han sido un aspecto importante de la implementación del EITI, así como uno de los principales requisitos para los países que desean adherirse al EITI e implementar el Estándar. Si bien la planificación en las circunstancias actuales implica todo un desafío, el desarrollo de los planes nacionales de trabajo constituye una oportunidad para implementar el EITI de una manera nueva y emocionante. El plan de trabajo 2021 del Secretariado Internacional buscará apoyar a los países en dichas iniciativas a través del prisma del nuevo marco estratégico del EITI. 

Author(s)
Mark Robinson